Patrimonio Cultural de El Hatillo: septiembre 2016

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El patrimonio cultural es un valor insustituible, constituye la tradición de un pueblo, de sus ciudadanos, identifica a una sociedad. Lo constituyen diferentes bienes que pueden ser tangibles o intangibles, los cuales poseen características estilísticas, utilitarias, decorativas, afectivas, naturales y se constituyen en un bien heredado, producto de la creatividad, del arte, de la naturaleza y de la acción social. Su promoción y defensa no es sólo una tarea de los gobiernos, es una misión colectiva con la finalidad de mantener esos lazos que fortalecen a los individuos y a sus localidades porque es sin duda la memoria de la humanidad, es el eje central de la identidad, del sentido de pertenencia. Por ello, debe ser apreciado y difundido en todos los espacios y especialmente en las instituciones escolares.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Santa Rosalía de Palermo de El Hatillo 2016

La fe y devoción de los hatillanos adornan un año más a nuestra amada patrona Santa Rosalía de Palermo. Desde 1766 cuando Balthasar de León trajo consigo la primera imagen, la cual reposaría en la Capilla de El Calvario, la comunidad hatillana la honra y celebra cada 4 de septiembre.

El Patrimonio Cultural

El patrimonio cultural se constituye como parte integral del desarrollo sustentable de los pueblos, porque los identifica como colectivo, “…es la herencia que recibimos de nuestros antepasados… es dinámico y evoluciona constantemente debido a su relación con la vida diaria… constituyen una parte viva de las comunidades y desempeñan en ellas un papel social, político, económico y cultural significativo.” (Sequeda, 2004, p.76). Es decir, el patrimonio cultural favorece en el individuo y en el colectivo el sentido de pertenencia, de identificación, de apropiación y responsabilidad, porque fortalece el sentido de comunidad, tan necesarios en época de transformaciones sociales, tecnológicas y científicas que hablan en términos de globalización.

Educación patrimonial, una opción para apreciar la diversidad.

Según Texeira (2006) "El término Educación Patrimonial fue introducido en el Brasil, en “termos conceituais e práticos” (Horta 1999), a inicios de los años 1980, y tuvo como referencia el Heritage Education, trabajo pedagógico desarrollado en Inglaterra en la década anterior." Es una propuesta de orden metodológico y conceptual que busca el fortalecimiento del concepto de identidad, en un marco de inclusión social y de formación ciudadana.

La educación patrimonial brinda la posibilidad de acercamiento efectivo al conocimiento y valoración de la herencia colectiva representada en los productos culturales materiales e intangibles que forman parte de la historia, permanencia e identidad de los pueblos. Para la UNESCO (2009, p. 10) "...promover el diálogo y la empatía entre jóvenes de distintas culturas, se han puesto en marcha numerosas iniciativas que abarcan desde proyectos escolares hasta programas de educación e intercambio con actividades participativas en los ámbitos de la cultura..." porque esto genera un clima de tolerancia y participación consciente de la realidad cultural presente no sólo en las comunidades, sino en el mundo globalizado del siglo XXI. La educación patrimonial permite enlazar los contenidos académicos, la realidad del estudiante y valores fundamentales, promoviendo con ello la convivencia con las diferentes culturas.

En ese sentido, se constituye como eje transversal el concepto de diversidad cultural, ya que por su amplitud puede ser adecuada a las premisas establecidas en los pilares de la educación (aprender a ser, aprender a saber, aprender a hacer y aprender a convivir), siendo un proceso de construcción colectiva e individual que genera la aprehensión significativa de conocimientos, a partir de los esquemas culturales y sociales previos. Metodológicamente, la educación patrimonial supone un compromiso del docente al plantearle la necesidad de involucrar en su práxis actividades de investigación, planificación y promoción cultural de los valores patrimoniales locales, regionales, nacionales y mundiales.

Todo lo anterior se puede relacionar efectivamente con la historia, geografía, literatura, ciencias naturales y ecología, con nociones temporales y espaciales, con matemáticas y en actividades corporales que favorecerán el aprendizaje y la colaboración armónica del grupo, en función de consolidar una educación de calidad y consustanciada con la visión de formar ciudadanos corresponsables, activos, creativos y sensibles.

Identidad

Las comunidades se encuentran en un proceso dinámico de transformación permanente, cada día se incluyen individuos, grupos familiares, nuevas formas culturales que nutren la esencia original o implantada que originaron los pueblos en nuestro continente americano. En ese sentido Bassand (1992, p.213) señala que “En nuestra época la identidad ya no puede estar basada exclusivamente en la búsqueda y el culto a las propias raíces y traiciones. Esta tendencia traería consigo gérmenes de asfixia.”

Por ello, la visión de identidad regional o local requiere en la actualidad una visión en base a la diversidad, una apertura espléndida que sea compatible con los elementos característicos de las regiones, sin caer en extremismos negativos que pueden fomentar la identidad negativa, la cual está asociada a la dominación, los estereotipos y los estigmas estancando a la comunidad regional o local o convirtiéndola en sectaria.

Para evitar esas limitantes se deben fortalecer las políticas culturales de promoción, difusión, defensa, valoración y protección de los elementos culturales que son compartidos en la comunidad. Cabe agregar que existen distintas formas de identidad, entre las que destacan: la histórica y patrimonial, la proyectiva y la vivida, las cuales se ajustan para dar forma a la conciencia y construcción de la verdadera identidad colectiva, en una suerte de actitud compartida, amplia, significativa de la imagen de una comunidad.

Definición del término Cultura

La cultura tiene distintos conceptos, pero engloba la creación humana, su desarrollo y adaptación. Incluye valores, creaciones, creencias que identifican a los grupos humanos y los caracterizan. El ser humano se desenvuelve por y gracias a la cultura. Su esencia la constituye la tradición y es transmitida generacionalmente, porque es un acto de cooperación y participación humana. Se vincula a la Paideia griega, tal y como señala Werner (2001) “Por muy alto que estimemos las realizaciones artísticas, religiosas y políticas de los pueblos anteriores, la historia de aquello que, con plena conciencia, podemos denominar nosotros cultura, no comienza antes de los griegos.” (p.11) Para los antiguos la idea de cultura se afirma en la formación, en la actuación culta de los hombres, que involucra no sólo al conocimiento, sino que abarca igualmente al cultivo espiritual