El Hatillo pueblo fundado en 1784 adoptó las formas arquitectónicas presentes en esa época, producto del proceso de implantación español. Su plaza, iglesia y casas hechas con materiales nobles, de patios amplios con sombríos naturales del mango, la guayaba, el guamo. Sus calles angostas propiciaban el acercamiento vecinal, el compartir delicias culinarias y las tertulias a la luz de un farol, en las noches de neblina y frío.
Rodeado de grandes haciendas cafetaleras y siembras de flores y hortalizas El Hatillo fue creciendo envuelto en un ambiente sencillo, hogareño, con olor del café y las arepas piladas cocinadas en el fogón, para dar cabida a nuevos sectores, a nuevos pobladores quienes se maravillan aún con el colorido de sus viviendas, su clima y población.
Las viviendas que persisten y aquellas que se adecuaron para albergar comercios, conservan muchas rasgos de la arquitectura original, de los aleros, los techos de caña amarga, las tejas, el zaguán, los pisos de terracota, paredes de bahareque, tapia o adobes, los patios centrales y la costumbre de mantener en ellos las matas para el remedio, los árboles frutales y las flores.
El pueblo El Hatillo es una comunidad en transformación, pero mantiene ese aire bucólico de antaño, que hoy atrae a visitantes de muchísimos lugares propios y extranjeros, por lo que sus pobladores y autoridades tienen, a juicio de Pimentel e Itriago (2001, p.54) la "...obligación de pensar y resolver... cómo preservar específico, sus virtudes originales y su tradición;... aquellas que le dan el sabor autóctono y hacen preservar la identidad de El Hatillo..."
En ese sentido, se deben promover y difundir acciones locales y exógenas que permitan valorar esa riqueza e identidad patrimonial e histórica de la comunidad de El Hatillo, que potencien conceptos como memoria colectiva y sentido de pertenencia, no sólo de sus pobladores sino de los miles de visitantes que buscan en sus espacios no sólo recreación sino también la añoranza de la solidaridad y hermandad de las comunidades pequeñas, pero que son grandes en frescura, cordialidad y sentimiento.
A continuación algunas imágenes del pueblo El Hatillo, que fueron cedidas por la Sra. Cristina Liendo de González, entrañable amiga y líder de la comunidad hatillana, honrando su memoria.
Iglesia Santa Rosalía de Palermo, construida entre 1785 y 1793 por el Teniente de Ingenieros Juan Manuel Oses, esta imagen es aproximadamente del año 1958, antes de la reforma que le hiciera Graziano Gasparini tras el terremoto de 1967 que afectó su techo. Evidentes las diferencias en cuanto a su disposición pictórica, que ahora en totalmente blanca y al decorado que tenía sobre el campanario.
Algunas ventanas del pueblo El Hatillo, muchas siguiendo el estilo colonial de gran dimensión vertical, enrejadas, y con cierres de madera completos y con la clásica ventanita para ver quién toca la puerta, con poyos interiores para que las señoritas recibieran las románticas serenatas. Otras de pequeña dimensión asociadas a las casas más sencillas de la comunidad.
La plaza central del pueblo, llamada en su fundación Mayor o del Mercado, tuvo en su centro desde 1911 hasta 1958 un busto de Don Manuel de Escalona, primer Teniente de Justicia Mayor de El Hatillo, quién por capricho del destino tuvo que abrazar la causa patriota tras ser un encarnizado defensor del gobierno realista. En 1958 fue colocado un busto del Libertador Simón Bolívar y por Decreto cambia su denominación, luego aproximadamente en 1973 es colocada una estatua pedestre del padre de la patria obra de Arturo Ros que no goza de la aceptación de la comunidad debido a sus proporciones y estilo, en 1985 se cambia esa estatua y se instala una que sigue el estilo tradicional realizada por la artista Ana Ávalos. Cabe destacar que el Bolívar de la Plaza de El Hatillo su frente está ubicado viendo al Este, a diferencia de las otras plazas centrales en Venezuela que generalmente miran hacia el Sur.
Busto de Don Manuel de Escalona
Busto de Simón Bolívar
Estatua pedestre del Libertador
Actual escultura del Libertador en la Plaza Bolívar de El Hatillo
Especial atención merecen los hallazgos arqueológicos iniciados por el Prof. José María Cruxent y uno de sus alumnos el Lic. José Félix Peraza, quién se desempeñó como Cronista de El Hatillo desde 1947 hasta su muerte el pasado año de 2009, entre ellos desatacan los petroglifos o litoglifos encontrados en los márgenes de la Quebrada de Tusmare, los cuales fueron objeto de estudio del destacado artista visual Alirio Oramas. Los cuales son investigados en su trabajo de maestría por la Antrop. Aivel Gómez Espíndola para la realización en el sitio de un museo arqueológico.
Fuentes:
Pimentel Malaussena, F. e Itriago Pels, C. T. (2001). Un pueblo en la Ciudad. En Maldonado-Bourgoin, C. (Coor.). El Hatillo territorio afortunado. Caracas: ExxonMovil.
Peraza González, J. F. (2006). Historia íntima y documentada del nacimiento a la pubertad del Municipio El Hatillo Estado Miranda - Venezuela. Caracas: La casa tomada.
Gaceta Municipal. [Documento en línea].
Disponible: http://www.alcaldiaelhatillo.gob.ve/publicaciones.pdf [Consulta: 2010, Junio 23]
Disponible: http://www.alcaldiaelhatillo.gob.ve/publicaciones.pdf [Consulta: 2010, Junio 23]
La arquitectura del pueblo El Hatillo, corresponde al período colonial tradicional, con paredes de adobes y bahareque, techos de caña amarga y teja, portones de madera que abren a un zaguán, grandes ventanales, donde las señoritas recibían serenatas. Es una arquitectura del recuerdo, nostálgica, bueno la que aún se conserva.
ResponderEliminarAlgunas de las ventanas que se observan en las imágenes han desaparecido, la adaptación de viviendas, a finales de los 80 y principios de los 90, para convertirlas en opciones comerciales, hizo que mucha de la arquitectura del lugar fuese sustituida y transformada para adaptarse a los gustos de los nuevos empresarios que vieron la opción comercial, más que turística del pueblo. Sin ordenamiento y sin garantías de conservación el pueblo se transformó irremediablemente.
De sus edificaciones tradicionales y emblemáticas tenemos en estas imágenes a la Iglesia Santa Rosalía de Palermo, edificación construida entre 1785 y 1793 por el maestro Teniente de Ingenieros Juan Manuel Osés, quien construyó igualmente la Iglesia de Baruta. De una sola nave, esta sencilla pero hermosa iglesia posee la capilla del Santísimo, un jardín interno, un salón en su otro lateral, la casa parroquial y un anexo donde funcionan diferentes organizaciones sociales, a las que apoya la parroquia.
La estatuaria que alberga es de gran importancia para la comunidad, no sólo desde el punto de vista religioso, sino también cultural, porque representa una valiosa herencia de los fundadores del pueblo.
Los petroglifos de Tusmare, son muestra de la presencia indígena, de la etnia Mariche, en el área de El Hatillo.
Felicitaciones Hertder por tu Blog,es interesante,ya comentaremos mas mas adelante.
ResponderEliminarAdolfo Borquez C.